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Drones, Armas y Pagos: Cómo la Policía de Kentucky Usa el Dinero que Decomisa

UN OFICIAL DEMUESTRA COMO VUELA UN DRON EN EL GIMNASIO DEL DEPARTAMENTO DE POLICIA DE JEFFERSONTOWN. Image by J. Tyler Franklin. United States, 2019.

UN OFICIAL DEMUESTRA COMO VUELA UN DRON EN EL GIMNASIO DEL DEPARTAMENTO DE POLICIA DE JEFFERSONTOWN. Image by J. Tyler Franklin. United States, 2019.

La policía de Jeffersontown comenta que, sin el dinero que incautan de supuestos narcotraficantes, ellos probablemente no podrían contar con el grupo de operaciones especializadas de 12 miembros.

El dinero incautado de bienes se usa para pagarle a la policía tiempo extra cuando los oficiales acuden al llamado de una escena del crimen. Tales decomisos ayudan a comprar chalecos antibalas, medicamentos, y los reconocimientos de jubilación para los oficiales que se retiran.

El dinero de supuestos traficantes también permitió al departamento comprar un auto deportivo, una subametralladora y un dron.

“Comenzamos a preguntarnos, ¿qué vamos a hacer para mantener nuestra comunidad a salvo?”, dijo Brittney Garrett, encargada de revisar el presupuesto del departamento. “Queremos poder hacerlo con el personal y el equipo adecuados”.

Las leyes de Kentucky autorizan que las agencias que decomisan dinero y bienes de supuestos narcotraficantes lo usen para hacer cumplir la ley.1 En una revisión del KyCIR de 3.7 millones de dólares en registros de gastos, se descubrió que algunos oficiales interpretaban dicha ley de diferentes maneras , adquiriendo entre otros,  un rifle de francotirador con silenciador, una aspiradora, equipo de gimnasio o una comida en Hooters.

A pesar de que la ley prohíbe que las agencias sustituyan el dinero presupuestado con ingresos incautados, varios departamentos gastan el dinero en uniformes, pago de tiempo extra y pago de los servicios.

Algunos de los elementos policiales indican que dichos fondos son complemento presupuestario clave y que, sin ellos, los oficiales estarían mal equipados para combatir el crimen. Sin embargo, a algunos expertos policiales y defensores de la reforma de la justicia penal les preocupa que el sistema ofrezca poca supervisión y que en su lugar se aliente a las autoridades a preferir los ingresos por encima de la seguridad pública.

Archivos de la Oficina del Sheriff del Condado Hopkins.

Archivos de la Oficina del Sheriff del Condado Hopkins.

"Los departamentos de policía son tan dependientes de este dinero que ya en este punto es como ‘con dinero baila el perro”, dijo Peter Kraska, profesor de la escuela de Estudios de Justicia en la Universidad de Eastern Kentucky (EKU). "Todo el programa se ha convertido en una industria en crecimiento sin control".

En Jeffersontown se han utilizado algunos de los artículos: por ejemplo, la unidad de operaciones especiales utilizó parte del equipo cuando respondió al fatal tiroteo en un Kroger en octubre. El auto deportivo lo utilizan para trabajo encubierto.

Archivos del Departamento de Policia de Jeffersontown.

Archivos del Departamento de Policia de Jeffersontown.

Otras compras son un poco más provisionales. La subametralladora, una H&K MP5 que compraron en 800 dólares, se ha utilizado solo para entrenamiento. Jeffersontown gastó 11,600 dólares en la compra de un dron y la capacitación correspondiente en 2017, y hasta ahora, los registros de vuelo del departamento muestran que lo han utilizado en seis misiones.

Cuatro de esas misiones fueron ejercicios de entrenamiento; las otras fueron para "proporcionar una vista de águila" del Festival Gaslight de Jeffersontown.

En general, en el 2017, y de acuerdo con los registros de compra, el departamento de policía suburbana con 50 elementos jurados gastó 485,000 dólares del fondo de dinero decomisado en el departamento. La agencia ha incautado un promedio de aproximadamente 470,000 dólares anuales en los últimos tres años, para los cuales existen registros públicos.

Cuando se trata de gestiones de presupuesto, el departamento es agresivo y pide todo lo que pueda, señala Garrett. Pero, en última instancia, los recursos son limitados, y ahí es donde entran los fondos decomisados.

"Depende de nosotros tomar las decisiones correctas con ese dinero y gastarlo de la manera más racional, fiscalmente hablando", dijo. "Y me parece que lo hacemos lo mejor que podemos".

Millones en decomisos, necesidades de fondos y extras

El KyCIR solicitó los registros de gastos de 2017 de 61 de las agencias policiales más grandes del estado. Diecisiete agencias atendieron la solicitud y proporcionaron sus registros a tiempo para poder incluirlos en este artículo.

Según los registros, dichas agencias gastaron casi 3.7 millones de dólares en ganancias por decomiso de activos en 2017.

Esa cantidad incluye fondos de los programas de distribución equitativa del Departamento de Justicia y Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, ya que estas agencias federales comparten un porcentaje de los activos incautados durante la ejecución conjunta con las agencias locales.

Alrededor del 51 por ciento (1.8 millones) de lo que gastaron las agencias en 2017 se destinó la adquisición de una amplia gama de equipos policiales y suministros informáticos. Con los activos incautados, los departamentos reforzaron sus arsenales con nuevas armas y municiones, compraron nuevos chalecos antibalas, pistolas inmovilizadoras, fundas y pagaron suscripciones de software y suministros de polígrafo.

Se invirtieron más de 230,000 dólares en la limpieza, adaptación y cuidado de vehículos. Alrededor de 127,000 dólares se destinaron a pagar las horas extra de los oficiales en todo el estado.

Algunas agencias usan los fondos en compras varias. Por ejemplo, en Covington, funcionarios de la policía antidrogas en el norte de Kentucky gastaron casi 400 dólares en un soporte de televisión y una aspiradora. En el condado de Graves, el jefe de la policía pagó 153 dólares para reemplazar una puerta que los agentes rompieron luego de allanar la casa equivocada.

La propagación de esta dependencia en los fondos confiscados hace que el no contar con ellos sea "impensable" para muchas agencias, según Kraska, el profesor de EKU. Y dijo que se presiona para que se pague a las unidades especializadas.

"Imagine lo distorsionado y retorcido que puede llegar a ser", comentó Kraska. "Presión monetaria y política para llevar a cabo más redadas en residencias privadas con la intención de recaudar más dinero para financiarse. Eso es muy problemático”.

Las leyes del estado de Kentucky permiten que las agencias policiales se queden con el 85 por ciento del dinero o bienes que incautan. Los fiscales se quedan con el resto.

Las incautaciones suelen ocurrir mucho antes de una condena: durante una detención de tráfico, una redada u otras interacciones policiales. Sin embargo, el dinero no se libera para poder usarlo sino hasta que un juez lo ordena.

De acuerdo con las leyes estatales, las agencias deben informar a la oficina de Políticas de Control de Drogas del estado sobre las incautaciones que realizan, cuyos datos muestran que se incautaron 36 millones de dólares entre los años fiscales del 2013 a 2017. Una investigación realizada por KyCIR el año pasado encontró que, en los cinco años que se examinaron, solo el 11 por ciento de las agencias rendían informes anuales.

Las agencias no están obligadas a informar cómo gastan el dinero incautado

El teniente coronel del Departamento de Policía de Louisville Metro (LMPD), Robert Schroeder, informó que su agencia gasta en artículos que traerán valor a la comunidad y que "nos ayudarán a hacer nuestro trabajo".

Archivos del Departamento de Policia de Louisville, LMPD.

Archivos del Departamento de Policia de Louisville, LMPD.

Para ofrecer un ejemplo, Schroeder se refirió a la compra de una herramienta de 43,000 dólares que LMPD realizó. Se trata de un espectrómetro portátil Raman TacitID, que los oficiales pueden usar para probar e identificar sustancias que se sospechan son drogas.

“Esto nos ayuda a proteger a los oficiales y al público de la contaminación de sustancias peligrosas", indicó Schroeder, encargado supervisar el presupuesto del LMPD. "No es algo que habríamos incluido en el presupuesto normalmente".

De acuerdo con los registros del gasto público, LMPD gastó aproximadamente 2 millones de dólares del dinero incautado en 2017. Se recurrió a la cuenta de confiscación para hacer pagos de ShotSpotter, un sistema de detección de disparos, por la cantidad de 479,000 dólares. Se compró una nueva cámara Nikon D810, de 2,799.99 dólares. Y también se adquirió un GPS encubierto para rastrear vehículos, con valor de 2,200 dólares.

"A veces, simplemente no contamos con suficiente dinero en el presupuesto regular para adquirir esos artículos", informó Schroeder. "Se trata de herramientas específicas que utilizamos para brindar servicios y ayudar a mantener una comunidad segura".

Las agencias incautan y gastan sin supervisión

Los defensores de las garantías individuales argumentan que las leyes de Kentucky crean un incentivo para incautar más fondos y que los parámetros sobre cómo gastar el dinero son demasiado amplios.

El director estatal del grupo libertario Americans for Prosperity de Kentucky, Andrew McNeill, considera que las agencias policiales pueden gastar los ingresos "a rienda suelta", y eso podría dar pie al abuso, señaló.

"Actualmente, no existen límites", comentó McNeill, cuyo grupo aboga por la reforma del decomiso de activos. "Deberían existir algunas pautas, algo de especificidad".

Dar más supervisión a los legisladores locales podría resultar en que el dinero incautado se comparta más allá de la aplicación de la ley, afirmó Dan Alban, abogado del Instituto de Justicia, un grupo de defensa libertaria con sede en Washington, DC.1

Con la supervisión también se podría impedir la compra de artículos que él considera "juguetes para policías", como autos deportivos, aparatos electrónicos y de tipo militar.

"Aunque sería bueno contar con un dron en el departamento de policía, sería mejor invertir ese dinero en la escuela o la infraestructura, donde dichos fondos se necesitan más desesperadamente", añadió.

Pero según Rich Ornstein, un abogado de la Asociación de Condados de Kentucky, los tribunales fiscales en todo Kentucky no objetan sobre cómo se gasta el dinero. Estos organismos son quienes controlan los gastos del gobierno del condado.

"No creo que haya un problema", dijo Ornstein. "Nuestros muchachos no van a salir a andar gastando el dinero frívolamente. Lo están gastando en cosas que sus departamentos necesitan para operar".

Morgain Patterson, director de leyes y capacitación municipales la Liga de Ciudades de Kentucky1, dijo que tales decisiones sobre gastos están donde deben estar: en manos de las autoridades.

"No es como el decomiso de activos en nuestras ciudades más pequeñas solo es dinero para el ocio con el que van a comprar juguetes. Realmente se usa para hacer cumplir la ley en sus ciudades", explicó Patterson. "Tal vez sí necesitan un rifle de francotirador. Esa es una decisión táctica que un civil no necesita tomar”.

‘Dinero de compra’: difícil de rastrear, a veces mal usado  

Alrededor de 130,000 dólares del gasto de 2017, que KyCIR revisó, se destinó a pagar informantes y realizar compras encubiertas de drogas.

En Owensboro, la policía atribuyó 30,000 dólares en gastos de compras de drogas durante el 2017. La policía de Jeffersontown gastó 28,000. Y en el condado de McCracken, 2,000 dólares se usaron para la compra de drogas.

Oficina del Sheriff del Condado McCracken. Archivos de compras de drogas 2014-2017.

Oficina del Sheriff del Condado McCracken. Archivos de compras de drogas 2014-2017.

Los registros de gastos de estas agencias brindan pocos detalles sobre cómo exactamente se usaron los fondos. A menudo, las agencias presentan cifras en dólares junto con una escasa descripción de "dinero de compra" o "fondos para informantes".

Esta estrategia es elemento clave para construir casos de narcóticos, comunicó Tommy Loving, director ejecutivo de la Asociación de Oficiales Antinarcóticos de Kentucky y director de la fuerza antidrogas del condado de Bowling Green-Warren.

"Sin dinero para compras, no tendremos casos contra drogas", explicó.

Pero Alban, del Instituto de Justicia, considera que el uso de fondos incautados es un riesgo, principalmente a causa de la falta de control.

"Es difícil saber quién hará el gasto y cuánto se gasta", comentó Alban.

Lo anterior presenta una oportunidad para su mal uso, dijo.

En Kentucky, algunos oficiales de policía han hecho mal uso del dinero de compra de drogas.

E exjefe de la policía del condado de Harlan, Marvin Lipfird, robó unos 9,300 dólares del fondo de compra de drogas de la agencia y malversó otros cuantos miles más en otros fondos del departamento.  according to the Lexington Herald-Leader newspaper. En 2017, recibió un sentencia de 3 meses en la cárcel y otros cinco meses de arraigo domiciliario.

En el condado de Whitley, en 2011, el exjefe de policía Lawrence Hodge fue condenado a más de 15 años en prisión derivado de una serie de cargos a raíz del mal uso de los fondos de la agencia, incluido el fondo de compra de drogas.

De acuerdo con los registros de la Auditoría de Cuentas Públicas del Estado, desde el 2015 se han encontrado malversación, contabilidad deficiente y otros usos indebidos de los fondos decomisados en al menos seis ocasiones ​​durante las revisiones regulares de las cuentas de los jefes de cinco agencias policiales.

¿Son las incautaciones tan rutinarias, que la policía depende de ellas?

A los críticos les preocupa que el decomiso de activos sea tan rutinario que ahora sea necesario para que los departamentos de policía funcionen.

A Kate Miller, directora de defensa de la Unión para las Libertades Civiles de Kentucky, le preocupa que, si sus necesidades no se satisfacen con los presupuestos regulares, los organismos policiales recurrirán a otras tácticas para generar de ingresos.

"En consecuencia, nos estamos basando en las leyes de decomiso de activos para complementar los presupuestos", informó Miller. "Esto puede corromper para confiscar bienes".

El potencial de ganancias podría distorsionar la forma en que la policía hace su trabajo, dijo Kraska, el profesor de EKU que ha investigado programas de incautación en todo Kentucky.

"Cualquier persona observadora diría que esto se ha convertido en una microempresa que tiene muy poca supervisión", comentó Kraska. "Es el sueño de un administrador".

Sin duda, muchos policías se mofan de la idea de que oficiales y agentes se ven incentivados a confiscar bienes para poder contar con los equipos y aparatos más modernos y asistir a capacitaciones especializadas.

"No presionamos a nuestros oficiales para que confisquen ni hagan nada de eso", aclaró Schroeder de LMPD. "Se trata simplemente del curso normal de las cosas. Si hay que decomisar, hay que decomisar".

Loving, director del grupo antidrogas, dijo que los ingresos por decomiso solo deberían usarse para cosas que "de verdad beneficien el funcionamiento" de la agencia.

"Esto es realmente bueno para los contribuyentes: el que los narcotraficantes se vean obligados a financiar parte de nuestras operaciones para atrapar a más narcotraficantes", explicó Loving.

Su agencia solo tiene un incentivo, insitió Loving, y no se trata de lucro.

"Atrapar narcotraficantes", concluyó.